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La Sole

En estos días de encerrona escucho muchas historias de soledad. Qué poder tiene, ¿En qué nos transforma? Puede que nos haga sentir más débiles porque estamos más tristes o inclusive nos traiga flashbacks de cuestiones que ya considerábamos procesadas, aunque no olvidadas, obvio.

¿Estoy retrocediendo? ¿Estoy enloqueciendo? No.

Si un músculo está fatigado, no importa cuán fuerte se ha desarrollado, ahora no puede sostener su potencia y hay que así permitirlo 𝑝𝑜𝑟 𝑒𝑙 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜. Para algunos, la soledad y su inevitabilidad implica (re)encontrarse con uno mismo, los recuerdos, los incumplidos y eso, fatiga. Esto logra a veces que uno vuelva a decisiones que ha tomado en otro momento y se las replantee, repase diálogos, tenga imágenes vívidas o sueños con cuestiones ya pasadas.

Me gustaría pedirte que eso no te preocupe tanto. Date tiempo para desmenuzar lo que te sorprendió encontrarte pensando después de tanto tiempo, no saques conclusiones y no te castigues. Buscá ayuda si considerás que la necesitás, pero tené en cuenta que cuesta pensar derecho por estas épocas y a río revuelto, ganancia del duelo y la melancolía.

Esto también pasará.




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