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Ecofriendly

El otoño llega a a Reino Unido y las tardes tibias para dar un paseo son cada vez menos. Con el cielo gris afuera y una taza de te puertas adentro me siento a leer sobre la ansiedad (hola) en un sillón de muuuchos cuerpos en un living ajeno. La manta a mis pies será desplegada en breve para cobijo. Ojalá se me pase este mal humor que se adueña de mi tarde.

Llego a un capítulo harto conocido que destaca los beneficios de hacer ejercicio físico para reducir los niveles de ansiedad. Aburrida, me preparo para cerrar el libro pero le doy chance a un párrafo más: se refueza la importancia de la ecoterapia vinculada a la 𝑏𝑖𝑜𝑓𝑖𝑙𝑖𝑎 - la teoría de que todos tenemos una conexión innata con la naturaleza.

Desde esa mirada, cuanto más nos distanciamos del medioambiente más probabilidades tenemos de sufrir de stress y problemas de salud mental. No me considero precisamente cosmopolita, pero la carpa y el calentador a gas tampoco forman parte de estos días de descanso. ¿Qué más podría hacer hoy por mermar esta irritabilidad que me acompaña?

Continúo leyendo: como alternativa a hacer actividades 𝑜𝑢𝑡𝑑𝑜𝑜𝑟, un estudio realizado en Escocia a 20mil personas arrojó que hacer 20 minutos diarios de tareas domésticas puede reducir el riesgo de sufrir ansiedad o depresión en un 20%.

Probablemente leer tantos números 20 juntos me debe haber despertado a ver lo importante, porque en ese 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡 descubro el reflejo del sol entrando por la ventana. Donde vivo por estos días no tengo lavavajillas y aunque en 20 minutos podría lavar los platos del cheesecake de hace un rato, esta vez me decanto por la ecoterapia. El jardín oriental me llama a hacer unos ejercicios que no incluyen esponja ni repasador.

Que otro se encargue de su salud mental mientras usa el detergente. Yo me voy con los budas y los bonsais.




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